En la actualidad, la autoayuda se ha convertido en una industria multimillonaria que promueve una serie de prácticas y técnicas para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, estos consejos son insuficientes para lidiar con situaciones como la soledad, ya que la vida es compleja y no puede ser reducida a simples fórmulas. Y el voluntarismo simplemente no funciona. Peor: hace las cosas más angustiantes.
Desde la filosofía estoica, se sostiene que la solución a la soledad no está en huir de ella, sino en aceptarla y encontrar significado en ella. Los estoicos creían que la verdadera felicidad no dependía de circunstancias externas, sino de la actitud que uno tenía hacia ellas. Así, en lugar de buscar la felicidad en relaciones externas, los estoicos promovían la introspección y el cultivo de la virtud para encontrar la felicidad dentro de uno mismo.
La soledad es una experiencia que puede ser difícil de manejar, pero también puede ser una oportunidad para el crecimiento personal y el autoconocimiento. Aceptarla y buscar significado en ella puede ser una forma más efectiva de lidiar con ella que simplemente tratar de escapar o negarla.
En definitiva, la filosofía estoica nos invita a reflexionar sobre la ineficacia de la autoayuda y a encontrar la fuerza interior necesaria para enfrentar la soledad y otros desafíos de la vida con coraje, sabiduría y compasión.